LoveValentin Hasta HOY
- 20 mayo 2022
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Cuba es un país complejo y repleto de dificultades, que aún hoy en día no abraza la tecnología y sus progresos en…
Leer másPara ti el hombre de mis sueños, alma anhelada, no pensé que existieras y hoy sé que estas ahí y aunque no seas mío, ni sea tuya, nuestras almas ya no se podrán separar…
¿En qué piensas? me pregunta mi amigo mientras disfrutamos juntos De la puesta de sol, lo miro, sonrió y le contesto_ sabes Si tuviese que morir ahora me iría feliz. Él me mira serio y me dice_ ¿Ya te cansaste de amar ?…Yo sonrió y le respondo_ ¿de amar? ¡No! ¡Nunca! Pero si la muerte viene por mi ahora, le daré mi mano y la abrazaré y si me deja besare sus labios y le haré el amor. Siempre he escuchado el rumor de que toma la apariencia del ser que más te gusto en vida para convencerte a partir e irte en paz. Y sabes estoy segura que rostro veré, lo tengo claro, será…aquel hombre, aquel que no pensé conocer jamás y hasta me había olvidado de su existir…aquel que me hizo soñar despierta tantas noches, que hacía tan cortas las madrugadas, que me invitaba a amanecer abrigada por su piel, el que me hacía bostezar en el trabajo por el cansancio de tanto amar…pero no importaba solo pensar en su rostro una dulce y pícara sonrisa se dibujaba en mi expresión…
¡Será Él! Estoy segura, me enseño que los colores de la vida tienen siempre un tono más oscuro, me hacía cautiva del sonido de su voz, tan sólo recordar nuestros encuentros…el sabor a él me hace babear cada uno de mis sentidos, vive siempre en mi como fuerte late mi corazón…Se bien que cada día que amanece la vida ofrece otra nueva oportunidad de amar, de compartir con otro ser humano, no importa la relación que nazca siempre vale la pena intentarlo.
Recuerdo bien nuestro primer encuentro.
Fue…ese mágico momento, aquella combinación que sólo encontramos en las pelis, donde se contrasta la puesta del sol redondo y rojo como una manzana, el aroma del mar, la música ideal, la copa de vino y un beso de la compañía adecuada.
Todo comenzó un día cualquiera andaba yo conectada a Internet agobiada por el aburrimiento del encierro propio de la cuarentena por la extenuante pandemia de la covid, cuando me llega un mensaje al whatsapp que decía Hola te gustaría vernos mañana Me encanta tu nuevo look…quedé anonadado ni idea de quién era y le envíe Este mensaje como respuesta ¿?
La persona enseguida contestó y supe entonces de quién se trataba…sentí una alegría inmensa no sabía porque había olvidado hace tiempo ya a este guapetón de ojos bellos, expresivos que en aquel entonces me parecía un” Don Juan “y preferí no conocerlo, como muchos…sin razonar y dejándome guiar por mi intuición, acepte, era lo que deseaba. Aunque los miedos muchas veces me crean cierta inseguridad él supo disiparlos con sus mensajes y textos durante el transcurso del tiempo de espera. Quedamos para el siguiente día a las siete, mientras se acercaba la hora del encuentro la emoción se apropiaba de mi persona Y la suya, según me dejaba saber, no entendía pero era así, supongo que son mis aflorados sentimientos que no logró controlar.
Llego la hora y apareció mi cita en su auto, yo no imaginaba que iba a ocurrir o como terminaría aquel encuentro. Pero no dudamos en arriesgar nuestras vidas por conocernos. Su mirada me cautivo al instante y me deje seducir por sus encantos acompañados de la conspiración y la magia del universo, me brindaba tal seguridad, como si lo conociera de toda la vida, como si nuestras almas se encontrarán después de siglos de ausencia, todo fluía tan fresco y suave como sus labios cuando me robó el primer beso, que acepte con la misma ternura que fue ofrecido. De ahí seguimos disfrutando de todas las etapas del atardecer, luego la noche…y no sé en qué instante me vi desnuda en aquella terraza a la vista del mundo disfrutando de un cielo lleno de estrellas como las que estaban rodeando mi cuerpo de tanto sentir. Miraba sus ojos, me deleitaba con sus besos, sus suaves y cálidos labios con textura de pétalos como la punta de su falo, su bello, ardiente y
vigoroso miembro, esculpido por la genética y generosamente bien detallado…Este maestro de alcobas se entregó a mí como yo a él, se apropió de todos mis sentidos me penetró delante de la luna, acaricio mi cuerpo en cada uno de sus espacios dejándome saber a cada instante lo mucho que le gustaba.
Luego entramos a la confortable habitación donde…ocurrió lo que no esperaba…solo sé que me deje llevar por el disfrute, el goce, lascivia por todos, cada uno de los milímetros de aquel lugar.
Me senté guiada por él en el sofá de la pequeña sala, abrí mis piernas ofreciéndole mi vagina empapada de fluidos nuestros, me beso los labios y succiono mi clítoris haciéndolo suyo y sin ganas de desear a nadie más en este universo, grité de placer, como no lo había hecho jamás, después de deleitarse de mi me ofreció lo que anhelaba desesperadamente, su gran, duro y caliente pene, que lamí como el más rico de los helados y trague hasta que mi garganta lo devolvió, para dejar gozar a mi egoísta vagina que lo reclamaba a mares. Allí en aquella habitación este hombre fusionó su alma con la mía, fue tan intenso que las paredes sudaban placer tanto como nosotros y el espejo se empaño para no ser testigo de nuestros fusionados cuerpos poseídos de deseo, sus penetraciones eran tan certeras, tan exactas, tan
ricas, tan suaves, tan fuertes, tan rítmicas, tan morbosas, no sé cuantos orgasmos me regaló, pero el último que tuve la mañana siguiente lo comencé en su pene y lo terminé en su boca…su boca dueña de mi cuerpo, dueña de mi alma, dueña de mi amor…
Dayojí
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